La boda de Ana y Max fue un destination wedding pero no del todo. Ana es catalana pero se mudó hace años a Australia y allí conoció a amor de su vida, Max. 

Ana y Max tienen amigos alrededor de todo el mundo y para celebrar su gran día decidieron reunir a todos sus seres queridos en Barcelona. Más concretamente en Can Magí, una venue que nos encanta.

Esta pareja querían una boda clásica, pero sin demasiado protocolo. 

Disfrutar de su gente y de su día en un entorno privilegiado. La decoración floral a cargo de Flors Amelia, nunca falla, en este caso sencilla pero muy elegante. Compartimos este precioso día con la fotógrafa Ingrid Ribas, con la que nos encantó trabajar.

Los novios se cambiaron allí mismo para evitar traslados, que pueden ser una gran fuente de estrés el día de la boda. Ella vistió un precioso traje de Vera Wang combinado con unos zapatos de Loeffler Randall. Los dos se vistieron entre amigos y risas, algunas cervezas y un relax poco común durante los preparativos.

Les casaron un tío de Max y hablaron las madres de cada uno de ellos. Fue una ceremonia corta, emotiva y divertida, vamos, la ceremonia perfecta!

El Catering Sensacions fue el encargado de deleitar a todos los invitados con sus exquisiteces durante el aperitivo al aire libre y la comida en el precioso salón de Cristal de Can Magí.

Para el baile nupcial eligieron un temas de los Beatles y Ana se cambió de vestido, eligió un Pronovias con plumas rosa que nos pareció simplemente WOW. 

En toda boda que se precie tienen que haber sorpresas y en esta, a parte de las de los invitados (juegos, videos, discursos), la novia quiso sorprender a su marido con una banda de música en directo para empezar la fiesta por todo lo alto y Groove Garden fueron los elegidos para el concierto.

¡La boda de Ana y Max fue maravillosa y ellos absolutamente encantadores!